
El hotel, aunque no está cerca de la playa, tiene al lado la zona centro comercial donde hay un montón de vida y comercios, tanto para comprar como comer. Se puede ir andando al paseo (1 km o poco más aunque con cuestas). La comida está bien y van reponiendo (había leído lo contrario y no es así). Es tipo buffet, y como todos los buffets, al final siempre lo mismo. Otra a destacar es que no controlan normalmente el acceso al comedor, por lo que allí entra quien quiere sin pasar filtro (normalmente) por lo que igual hay gente con sólo desayuno, que hace pensión completa. Las bebidas incluidas. En general, el hotel está bien, pero se ha de tener en cuenta que es un 4 estrellas de playa masificada y por tanto, es lo que se ha de esperar. El personal atento y amable.

La piscina queda un poco pequeña para el hotel. Faltan un poco de servicios. Para aparcar, una odisea, si bien hay un parking de pago enfrente por 18 euros/día. La comida, si bien está bien, podría mejorar, al igual que la limpieza. No obstante, recalco, siendo hotel de playa y lugar masificado (Torremolinos) pues es lo que hay. El mobiliario un poco viejo.